Ingredientes
1 kilogramo harina de maíz
1/2 taza aceite
2 unidades cebollas grandes
1 cucharada sal gruesa
500 gramos queso Paraguay
6 unidades huevos
1 litro leche
Pasos
Preparar una salsa con el aceite, cebolla picada, sal y un poco de agua. Enfriar y mezclar con la harina de maíz, los huevos bien batidos, el queso desmenuzado y la leche. La preparación es semi-líquida.
Disponer en una asadera o pirex bien aceitada y cocinar en horno caliente durante 1 hora aproximadamente. Servir como entrada o acompañando una carne ya sea roja o blanca.
HISTORIA Y ORIGEN DEL NOMBRE
La anécdota histórica que ilustra con mayor precisión y quizá con más atisbos de credibilidad
tiene como protagonistas a Don Carlos Antonio López (según los cientistas de la Historia
del Paraguay, el fundador del Estado Paraguayo, gobernante que rigió los destinos de su
país entre 1841 y 1862), y a una cocinera (“machú”) de éste.
Se narra en ese episodio que el gran gobernante, obeso en grado sumo, gustaba del “
tykuetï” o sopa blanca elaborada con leche y queso Paraguay, huevo y harina de
maíz, plato que era cotidianamente infaltable en su mesa.
Pues bien, un día, por un involuntario descuido, la “machú” en cuestión puso en la
sopa más harina de maíz que la habitual con lo cual, ya bien cerca del mediodía,
se encontró con dos problemas: el primero, esa no era la base del “tykuetï”, y el
segundo, ya no le daba el tiempo para reiniciar su tarea o sustituir el plato favorito por
algún otro.
Entonces, haciendo alarde de una decidida actitud, mezcla de temor e ingenio, vertió
el preparado en un recipiente de hierro y lo puso a cocer en el “tatakuá” (en
Guaraní, “agujero del fuego”, horno campesino hecho de barro y adobe), con lo cual
obtuvo una ¡sopa sólida!, Don Carlos al probarla la halló tan sabrosa que i
nmediatamente la bautizó como “sopa paraguaya”.
1 kilogramo harina de maíz
1/2 taza aceite
2 unidades cebollas grandes
1 cucharada sal gruesa
500 gramos queso Paraguay
6 unidades huevos
1 litro leche
Pasos
Preparar una salsa con el aceite, cebolla picada, sal y un poco de agua. Enfriar y mezclar con la harina de maíz, los huevos bien batidos, el queso desmenuzado y la leche. La preparación es semi-líquida.
Disponer en una asadera o pirex bien aceitada y cocinar en horno caliente durante 1 hora aproximadamente. Servir como entrada o acompañando una carne ya sea roja o blanca.
HISTORIA Y ORIGEN DEL NOMBRE
La anécdota histórica que ilustra con mayor precisión y quizá con más atisbos de credibilidad
tiene como protagonistas a Don Carlos Antonio López (según los cientistas de la Historia
del Paraguay, el fundador del Estado Paraguayo, gobernante que rigió los destinos de su
país entre 1841 y 1862), y a una cocinera (“machú”) de éste.
Se narra en ese episodio que el gran gobernante, obeso en grado sumo, gustaba del “
tykuetï” o sopa blanca elaborada con leche y queso Paraguay, huevo y harina de
maíz, plato que era cotidianamente infaltable en su mesa.
Pues bien, un día, por un involuntario descuido, la “machú” en cuestión puso en la
sopa más harina de maíz que la habitual con lo cual, ya bien cerca del mediodía,
se encontró con dos problemas: el primero, esa no era la base del “tykuetï”, y el
segundo, ya no le daba el tiempo para reiniciar su tarea o sustituir el plato favorito por
algún otro.
Entonces, haciendo alarde de una decidida actitud, mezcla de temor e ingenio, vertió
el preparado en un recipiente de hierro y lo puso a cocer en el “tatakuá” (en
Guaraní, “agujero del fuego”, horno campesino hecho de barro y adobe), con lo cual
obtuvo una ¡sopa sólida!, Don Carlos al probarla la halló tan sabrosa que i
nmediatamente la bautizó como “sopa paraguaya”.
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